Desde que en mayo de 2009 One Timecomenzó a sonar en las radios, la carrera del canadiense creció de modo exponencial. En dos años, Justin Bieber se convirtió en un astro adolescente que, símil Rey Midas, convierte en oro todo lo que toca.
Sin embargo, las leyes lo sostienen: todo lo que sube en algún momento baja. Luego de las malas críticas que recibió Under the Mistletoe (lo tildan como un disco empalagoso y sin ninguna innovación), el staff que rodea a la estrellita se mantuvo alerta.
Pero muchas veces se cree que los números mandan. El álbum navideño es record de ventas, lo que tampoco garantiza de que guste; era obvio que una gran porción de sus fans querrían adquirirlo. Así que haciendo un cálculo sencillo resultaba pronosticable el éxito de éste.
Pero ahora que los seguidores lo tienen, existe la posibilidad de que se hayan desilusionado con el CD… No sería la primera vez que sucede.
Otro aspecto que señala el presunto declive está vinculado a sus malos resultados en los A.M.A. Más allá de que él es canadiense, se estimaba que causaría estragos en las nominaciones a lo mejor de la música estadounidense. Volverse a casa sin ningún premio, no era algo que el novio de Selena Gómez se imaginara.
Asimismo, tal como lo caracteriza y para no ser señalado como un mal perdedor, felicitó al ganador de la categoría Mejor Artista Masculino vía twitter.
“Feliz por mi amigo @ brunomars – no podría haber elegido a una persona mejor. Bien merecido. Y a @taylorswift13 y NiCKiMiNaj felicitaciones señoritas!
Estos últimos hechos pueden estar reflejando un aspecto bastante lógico. Resultaría anormal que todos los proyectos de la celebridad de 17 años tengan buena devolución (por lo menos por parte de los medios) y como sucede con todos los artistas, más allá de que sus carreras se magnifiquen, en algún momento descienden y se posicionan en un espacio intermedio.
Son pocos (poquísimos) los que se mantienen en el podio eternamente. Y si Justin Bieber desea esto, deberá trabajar asiduamente y rezar.
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