Tal y como se puede apreciar en el video la broma estaba más que planeada. Su objetivo primordial era reírse un rato a costa de otros para después mostrárselo al mundo a través de Youtube.
Conducía un coche, acompañado de unos amigos que grababan la situación, cuando llegó a una cadena de restaurantes y pidió un batido de chocolate. Después de beberse la mitad, se dirigió a la ventanilla del Burger para decirle al camarero que le devolviese el dinero porque su bebida no estaba en buen estado.
Con muy buena educación, el responsable le dijo que estaba equivocado, recibiendo una contestación de Justin que decía: "El cliente siempre tiene la razón". Entre risas los jóvenes abandonaron el lugar. Pero no les pareció suficiente y volvieron de nuevo.
Esta vez Justin pidió dos helados agarrándolos por la parte superior, es decir, pringándose entero y abandonaron el lugar sin pagar. Ahora entendemos porqué Selena Gomez confesó hace unos días que no le gustaban las amistades de su novio. Y es que una cosa es gastar una broma, pero irse sin pagar -para un joven que gana una millonada al mes- es una falta de educación:
Fuente: EuropaPressress
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