domingo, 14 de agosto de 2011

Fans mexicanas ofrecen "TODO" por ver a su idolo

La reventa de boletos para el concierto de Justin Bieber el 30 de septiembre en Monterrey ya inició, pero lo hizo desde la página oficial de Facebook del propio Superbocetos. Desafortunadamente y para preocupación de padres de familia, para acceder a las entradas se ofrece y pide de todo… hasta “una tarde con una chica guapa”.

Saltillo, Coahuila. La reventa, considerada como una falta administrativa con sanciones de arresto inconmutable de 25 a 36 horas, comenzó en la página de Facebook “Superboletos Monterrey” desde el jueves, minutos después de que se terminaran las entradas.

La red social se ha convertido en un verdadero mercado negro de la reventa. Revendedores y público en general pusieron a la venta decenas de boletos y piden desde 4 mil y hasta más de 10 mil pesos por cada uno. Los que revendían entradas de asientos VIP optaron por subastarlas, consiguiendo por ellas entre 13 mil y 15 mil pesos.

Incluso, quienes se dedican abiertamente a la reventa están utilizando el Facebook de Superboletos para ofrecer los tickets. “Yo tengo 30 boletos en zona numerada, y 25 en luneta... Para más información, dejen su celular aquí y con gusto les marco”, dice uno de ellos.

Otros cibernautas han ido más lejos y piden por el boleto favores de índole personal y no dinero. “Cambio boleto por una tarde con una chica guapa, se lo compré a mi hermana y aceptó, no quiero dinero…”, ofreció César Javier, que según su perfil es un estudiante universitario de Nuevo León. El joven obtuvo varias respuestas aceptando el trato.

Otro de los cibernautas, Aarón Rz, criticó estas prácticas y comentó que había leído a una niña ofrecer su virginidad por un boleto.

“No anden de zorros ofreciendo tratos distintos por conseguir boletos, revendedores y niñas, también ustedes no sean tontas, si no tienen dinero para conseguir un boleto no tienen por qué hacer algo que esté en su contra. Más abajo hay más quejas y una niña que cambiaba su virginidad, están llegando a extremos que no se deberían llegar”, consideró


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